Llegamos a fin de año, yo estoy muy cansado, pero feliz con todo lo hecho. Me costó mucho elegir los temas del mes, espero les interesen!
Ahí vamos:
¿QUÉ CONVERSACIONES TENGO?
¿Porqué vale la pena que las empresas inviertan en Startups?
El sentido común dice que los startups deben alejarse de las corporaciones si es que quieren crecer genuinamente. ¿Porqué? Hay varias razones:
Los clientes corporativos los pueden ahogar financieramente, son muy exigentes y pagan a plazos imposibles de sostener.
Les gusta controlar demasiado, piden exclusividad y después no dejan crecer fuera de su propio ámbito.
Les gusta que les construyan soluciones demasiado a medida, que despues no le podés vender a nadie más.
Sin embargo hace varios años que estoy empeñado en cambiar esta percepción y hay varios aprendizajes que tengo sobre el tema que quiero compartir, lo interesante es que no todos son obvios ni buscan el consenso; veamos:
Las empresas son la próxima gran fuente de capital fresco para apoyar el ecosistema emprendedor: Muchas veces escucho que el gran objetivo del ecosistema de Venture Capital regional es meter a los fondos de pensión como próximos nuevos aportantes al sistema para poder hacerlo crecer realmente.
Será porque vengo de un país los fondos de pensión literalmente no existen, para mi es una visión poco realista. La verdad es que creo que estamos lejos de eso porque el track record de la industria todavía no es suficientemente bueno y existen varios otros activos mucho más interesantes financieramente para esos gestores de capital antes de meterse a invertir en capital emprendedor.
Pero por el otro lado, para las corporaciones, el Venture Capital no solo puede tener impacto financiero, sino que tiene muchísimo más una misión estratégica. Por la cual la decisión debiera venir de una convicción superior para muchas industrias de la región.
El foco estratégico implica resultados económicos medibles que debieran superan en varias veces el resultado financiero esperado. Para una empresa la idea de invertir en una startup para esperar un resultado financiero no es algo interesante, existen millones de otras maneras de lograr lo mismo con menor riesgo. Tiene que existir un componente estratégico y ese factor se tiene que medir en resultados económicos a un plazo mucho menor a los financieros.
Si el venture capital no puede ofrecer una propuesta de valor que aporte a esta ecuación, difícilmente pueda lograr atraer capital significativo y de largo plazo desde fuentes corporativas.
Últimamente estuve haciendo varios ejercicios al respecto, y hoy tengo un cálculo aproximado que me lleva a preliminarmente a pensar que las ganancias para el negocio de una empresa por adoptar tecnologías nuevas ligadas a las nuevas inversiones, debieran multiplicar al menos por 6 a los resultados financieros de las mismas. O sea, si se invierten 10 millones, se podrán retornar 50 en 10 años y al menos otros 300 en ese periodo o antes. Esa es la apuesta del Corporate Venture Capital y ahí es donde hay que enfocarse.
Las empresas invirtiendo en startups, por sí solas, no son buenas:
Quieren controlar los procesos, creen que invertir es comprar y por eso dejan de ser atractivas para los mejore startups, o invierten y se vuelven tóxicas para el proceso de crecimiento de las nuevas empresas.
Los ejecutivos de las empresas cambian y rotan y se vuelve complejo construir relaciones de confianza de largo en entornos donde los que deciden no son siempre los mismos.
Las empresas no tienen equipos dedicados y empoderados para empujar internamente procesos de cambio liderados por nuevas tecnologías emergentes. La resistencia al cambio en estos contextos requiere mucha experiencia y metodología aplicada.
Es por estos motivos que estoy metido en esto, creo que la oportunidad es enorme y que hay mucho valor por construir para trabajar con las empresas, lograr resultados y aportar a la construcción de ecosistemas de innovación más robustos y competitivos. Seguiremos empujando en 2024 para hacer esto cada vez más grande.
A triunfar!
¿QUÉ ESTOY LEYENDO?
Same as Ever y The Science of Can and Can’t
Los dos últimos libros que leí no me gustaron mucho, de hecho son versiones menores de libros anteriores, Same as Ever es el 2do libro de Morgan Housel, luego del fantástico Psychology of Money y The Science of Can and Can’t está escrito por una discípula de David Deutsch, pero que no le llega ni a los talones
Sin embargo, reflexionando sobre lo aprendido, ambos libros hablan sobre reglas que descubrimos en el mundo y que a partir de ahí nos permiten inferir el futuro y que no necesariamente eso que vamos a encontrarnos es algo intuitivo, pero de todas maneras está a la vista de todos.
Same as Ever nos ayuda a entender cuales son las cosas que no cambian del comportamiento humano y que nos debemos apoyar a la hora de tomar decisiones. Es mucho más seguro, y a la vez contraintuitivo, apostar a las cosas que en el futuro no van a cambiar, que a las que no sabemos si no van a cambiar.
Por su lado, el libro de Chiara Marletto, nos muestra que cuando descubrimos leyes de la física, las mismas nos permitirán saber qué se puede y que no se puede hacer bajo las mismas. En otras palabras, sabiendo que se puede hacer, se puede inferir que cosas son leyes que no cambian y que cosas si están sujetas a cambio y ahí predecir futuros posibles.
En definitiva, tener modelos mentales que nos permitan entender mejor el funcionamiento del mundo de distintas maneras, tanto en lo que no cambia como lo que puede o no puede cambiar, nos permitirá predecir mucho mejor y tomar mejores decisiones.
Siento que muchos de nosotros queremos predecir sobre lo que nos gustaría que pase, apostamos en base a lo que queremos y no a lo que sabemos y ahí es donde erramos. Puede parecer una visión conformista y conservadora, sin embargo yo la veo de una manera totalmente diferente.
Conociendo que es lo que no cambia podemos saber que es lo que puede cambiar, y ahi poner nuestros esfuerzos. Y si hay cosas que nos dicen que no pueden cambiar y queremos modificar, nuestro objetivos no será apostar a modificarlas, sino testear la posibilidad de que esas leyes no sean tan inamovibles como nos decía y una vez probadas nuestras hipótesis, meterles con todo para lograr lo que queremos.
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PARA EMPEZAR 2024 A TODO RITMO
Acabo de encontrar un tweet de @llopatin que me encantó. Es una herramienta muy simple para poder planificar el año que viene a nivel personal y/o laboral:
Cada una de sus áreas:
Hacer más - lo que estamos haciendo y queremos que mejore.
Dejar de hacer - prácticas que podemos eliminar porque no aportan valor.
Empezar a hacer - cosas que queremos probar.
Hacer menos - algo que una vez fue “empezar a hacer” y no nos dio el resultado esperado, pero no queremos eliminar.
Seguir haciendo - eso que ya hacemos y nos aporta valor.
Este fin de semana me voy a poner a hacer el mío!
Bueno hasta acá llegamos con 2023, Espero que podamos seguir encontrándonos en 2024! Esto lleva algo de esfuerzo y me encanta saber que lo estás leyendo, me podés dejar comentarios y podés desuscribirte acá si te parece aburrido.
Un abrazo!
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